Alarma con videovigilancia

Existen 4 tipos de cámaras:

• Cámaras IP: Ideales para la vigilancia en la era digital. Se conectan a través de internet, lo que permite acceder a las imágenes en tiempo real desde cualquier dispositivo con conexión a la red. Las imágenes que captan se almacenan en la nube, brindando una mayor versatilidad y comodidad en la vigilancia.
• Cámaras de Circuito Cerrado de Televisión (CCTV): Una opción tradicional y confiable siempre que se tenga unas instalaciones adecuadas para ello. Aunque ofrecen buena calidad de imagen, su limitación radica en la necesidad de cables físicos para la transmisión de datos, lo que puede dificultar su instalación y expansión en comparación con las cámaras IP.
• Cámaras con infrarrojos: Son excelentes para la vigilancia nocturna, ya que utilizan luces infrarrojas para iluminar áreas con poca luz. Existen cámaras IP que cuentan con infrarrojos para captar imágenes de vídeo de noche o en zonas oscuras, como las que ofrecemos en Movistar Prosegur Alarmas.
• Cámaras ocultas: Pueden ser útiles en situaciones específicas pero su uso está sujeto a regulaciones de privacidad y ética. Se suelen usar por las autoridades en vigilancia encubierta, pues por ley las empresas y particulares no pueden grabar zonas públicas ni privadas sin informar mediante un cartel visible de la existencia de cámaras.

La conexión de las cámaras debe coincidir con el de la alarma que instales en tu inmueble. Es decir, tendrás que elegir entre una alarma inalámbrica con cámaras IP que funcionan con Wifi o una alarma cableada con cámaras CCTV.

No hay una mejor que otra, simplemente están diseñadas para distintos tipos de necesidades. Te explicamos cuáles son para que puedas tomar la decisión que mejor se ajuste a ti.

Las cámaras IP son la videovigilancia más moderna. Permite almacenar las grabaciones en la nube, por lo que las pruebas del delito no están al alcance de los intrusos, así como poder ver las imágenes desde cualquier lugar a través de una app en el móvil. No requieren de grandes obras y siempre tienen un pequeño cable para que esté siempre en funcionamiento independientemente de la batería.

La única desventaja que tienen es que si la superficie que tienes que videovigilar es muy amplia y requiere de más de 5-6 cámaras IP, la red Wifi puede ir muy lenta y pierden su eficacia. Solo en esos casos se recomienda instalar una alarma cableada con cámaras CCTV. Para todos los demás, optar por una alarma con cámaras Wifi es la mejor opción.

Aportan una capa adicional de seguridad invaluable al proporcionar una visión en tiempo real de lo que ocurre dentro y alrededor de la propiedad. Especialmente en el caso de chalets y negocios.

La videovigilancia no solo disuade a los delincuentes, sino que también ofrece la capacidad de tomar decisiones informadas en tiempo real, lo que puede ser crucial en situaciones de emergencia.

Contratar una alarma con videovigilancia es muy sencillo y rápido. Nuestros asesores te orientarán en próximos pasos en la contratación. Ponte en contacto con nosotros llamando al 900 822 097.