¿Qué es una Zona Z.A.R. y cómo contribuye a la seguridad?
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Índice de contenido:
Una Zona de Acceso Restringido (Z.A.R.) es una instalación que cuenta con la debida autorización para manejar y custodiar información clasificada en su interior, cumpliendo con condiciones de seguridad establecidas.
¿Qué es la Información Clasificada?
“La Información Clasificada es cualquier información o material respecto de la cual se decide que requiere protección contra su divulgación no autorizada y a la que se ha asignado, con las formalidades y requisitos previstos en la legislación, una clasificación de seguridad" entendiéndose como información "todo conocimiento que puede ser comunicado, presentado o almacenado en cualquier formato”.
La información puede estar clasificada en distintos grados en función del perjuicio que puede ocasionar su difusión no autorizada.
En España los grados reconocidos son SECRETO, RESERVADO, CONFIDENCIAL y DIFUSIÓN LIMITADA.
La Consultoría en una Zona Z.A.R. y sus tipologías
Un Servicio de consultoría para una Zona Z.A.R. es un servicio especializado que se enfoca en evaluar, diseñar y establecer áreas dentro de una organización o establecimiento que requieren un nivel más alto de seguridad y control de acceso. Esto quiere decir que se encarga de identificar las zonas críticas o sensibles en las cuales se necesita limitar el ingreso solo a personal autorizado, utilizando tecnologías avanzadas, sistemas de seguridad y protocolos específicos.
El objetivo principal de este servicio de Consultoría es la elaboración de toda la documentación necesaria para la construcción de una ZAR y la obtención de los permisos y acreditaciones necesarias para su puesta en funcionamiento. Se persigue en todo momento
fortalecer la protección de activos, la información clasificada (material que requiere protección contra su divulgación) y recursos o áreas que podrían estar expuestos a riesgos internos o externos, garantizando así un entorno más seguro y controlado.
Existen dos tipos de Z.A.R. en los cuales se protege la información clasificada:
1. Zonas de acceso restringido
Las mismas se clasifican en:
- Área de clase I: zona en la que se maneja y almacena información clasificada
de tal forma que la entrada a la zona supone, a todos los efectos, el acceso a la información clasificada, por lo que sólo puede acceder personal debidamente habilitado y autorizado. - Área de clase II: un espacio en el cual se maneja y almacena información clasificada mediante controles internos establecidos, permitiendo la entrada a personal visitante solo tras un adecuado control.
2. Zona administrativa de protección
Estas son áreas con un límite físico claramente establecido, dentro del cual se implementa un control estricto sobre individuos, recursos y vehículos. En estas zonas de protección administrativa, solo se gestiona y almacena información hasta el nivel de "DIFUSIÓN LIMITADA" o su equivalente, salvo las excepciones estipuladas por las regulaciones de la Autoridad Nacional o circunstancias particulares.
Habilitaciones imprescindibles
Las habilitaciones esenciales en las Zonas de Acceso Restringido (ZAR) juegan un papel fundamental en garantizar un nivel óptimo de seguridad y control dentro de estos entornos cruciales.
1. Habilitación de Seguridad de Empresa (HSEM)
Es la determinación positiva por la que se reconoce formalmente la capacidad y confiabilidad de un contratista o una Empresa para crear y acceder a información clasificada hasta cierto nivel, sin la autorización de manejarla en sus propias instalaciones.
2. Habilitación de seguridad del establecimiento (HSES)
Es la determinación positiva por la que se reconoce formalmente la capacidad y confiabilidad a un contratista o Empresa que ya posee una HSEM, permitiéndole manejar información clasificada hasta un cierto nivel en sus propias instalaciones, siempre y cuando estas hayan sido habilitadas para tal propósito.
3. Habilitación personal de seguridad (HPS)
Es la determinación positiva por la que se reconoce formalmente la capacidad, aptitud y confiabilidad de un individuo para acceder a información clasificada en los ámbitos y niveles máximos autorizados que se especifican de manera expresa. Esto ocurre después de haber completado exitosamente el adecuado proceso de acreditación de seguridad, asumir el compromiso de confidencialidad y aceptar las responsabilidades derivadas de su incumplimiento.
¿Cómo se constituye una Z.A.R. y como es su plan de protección?
Para salvaguardar una Z.A.R., se establece un sistema de protección en profundidad que incluye dos entornos de seguridad física y un entorno de seguridad electrónica:
Entorno global de seguridad (EGS): comprende los perímetros exteriores de seguridad que deben ser superados para acceder a la Zona de Acceso Restringido (barreras físicas, controles de acceso, sistemas de vigilancia y otros elementos que previenen el acceso no autorizado)
- Entorno de seguridad local (ELS): abarca el interior de la Zona de Acceso Restringido y está diseñado para controlar y supervisar el movimiento y las actividades dentro de ella. Incluye medidas de seguridad como sistemas de cámaras de vigilancia, alarmas, controles de acceso y personal de seguridad autorizado.
- Entorno de seguridad electrónica (ESE): Medidas implementadas para evitar fugas de información relacionadas con fenómenos TEMPEST, o establecidas contra escuchas activas o pasivas, o para impedir la manipulación de los equipos en que se maneja información clasificada.
El plan de protección de una Z.A.R. se basa en los siguientes principios
- El Plan de Protección solo será válido y efectivo tras la aprobación de la Oficina Nacional de Seguridad (ONS).
- Antes de enviar el Plan de Protección a la O.N.S. en el proceso de apertura o acreditación, se realiza una inspección de la Z.A.R. por el jefe de seguridad del órgano de control superior relevante en seguridad.
- El jefe de seguridad emite un certificado de cumplimiento de la normativa de seguridad pertinente después de la inspección.
- Si la inspección no es positiva, se implementan medidas correctivas y se exige una nueva inspección y certificación.
- No se remiten a la O.N.S. solicitudes de acreditación de Z.A.R. si el Plan de Protección y las medidas de seguridad no cumplen con la normativa vigente.
- La eficacia y rapidez de los procesos se logran mediante el cumplimiento de responsabilidades en seguridad en cada etapa, evitando la devolución de expedientes debido a incumplimientos.
- Dado que este plan constituye la referencia para la concesión del correspondiente certificado de acreditación de local de la zona de acceso restringido, expedido por la Oficina Nacional de Seguridad (O.N.S.), se deberá tener en cuenta que, en tanto no haya expirado, solo tendrá validez mientras siga siendo fiel reflejo de la situación real en materia de seguridad.
El Plan de Protección de una Zar consta de tres documentos individuales y diferenciados
- Plan de Acondicionamiento o Informe de Instalaciones.
- Plan de Seguridad-Procedimientos de Actuación.
- Plan de Emergencia.
La consultoría Z.A.R. de Prosegur Security
Prosegur Security ofrece un asesoramiento en su servicio de consultoría Z.A.R. Su enfoque se basa en adaptar la cobertura para satisfacer las necesidades específicas de cada cliente y así evitar trámites innecesarios. Asimismo, se orienta en lograr proyectos eficaces y eficientes; aprovechando las mejores prácticas identificadas en el mercado.
Conclusión
La consultoría Z.A.R. brinda múltiples beneficios a los establecimientos que la contratan:
- Una perspectiva integral de la seguridad del cliente y coherencia en los enfoques de acción, lo que resulta en un mayor control sobre todos los elementos de la solución.
- Adaptación a cada necesidad y situación específica, brindando flexibilidad y respuesta acorde a la coyuntura actual.
- Integración de sistemas y procesos, lo que permite tomar decisiones más rápidas y precisas. Estas se fundamentan en procesos y procedimientos predefinidos para una operación eficiente y efectiva.
- La seguridad deja de ser un gasto para transformarse en una inversión.
La consultoría Z.A.R. se destaca por su capacidad de adaptación, eficiencia en la toma de decisiones, control coherente, enfoque estratégico en la inversión de los recursos, aprovechamiento de mejores prácticas, flexibilidad y generación de valor, convirtiéndola en una opción altamente beneficiosa para la protección de la información del cliente.
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