Historia y curiosidades de los billetes del mundo (III)

En esta tercera edición de ‘Historia y curiosidades de los billetes del mundo’ hemos querido rescatar monedas que ya no son operativas, como la peseta, el franco francés o el escudo portugués, para tirar de nostalgia y recordar datos de nuestra moneda patria y la de nuestros países vecinos.

Peseta. Fue una moneda española cuyo curso legal fue desde octubre de 1868 hasta febrero de 2002. La primera moneda acuñada en el año 1869 fue la unidad, que tenía en el anverso un motivo que representaba a Hispania sobre los Pirineos, una inspiración de las monedas del emperador Adriano. El reverso estaba fabricado en plata con el escudo de España como motivo principal.

En el caso del bronce, el anverso representaba a España como matrona sentada sobre las rocas. Y su reverso exponía la figura de un león sosteniendo el escudo de España. Una imagen que dio pie a la popular denominación “perra gorda” o “perra chica”, porque los ciudadanos confundieron ese león con un perro. Esto hizo que se rebautizaran, respectivamente con ese nombre, a las monedas de diez y cinco céntimos.

Franco. Antes de que el euro fuera la moneda común, nuestro vecino francés utilizaba el franco como moneda oficial. Acuñada por primera vez en 1360, equivalía a una libra de Tours. Ya en 1641, Luis XIII lo abolió, pero los ciudadanos siguieron utilizando la palabra franco para referirse a la nueva moneda, la libra. El franco volvió a ser de curso legal durante la Revolución francesa, concretamente el 7 de abril de 1795.

Escudo. El escudo vio la luz por primera vez en Portugal en 1911. Equivalía a 1.000 reales, por lo que los ciudadanos adoptaron para denominarlo la expresión mil réis, algo que se mantuvo hasta la década de los noventa. Además, a los 1.000 escudos (equivalentes a un millón de reales) se los conocía como conto do réis, o simplemente conto.