El dinero en efectivo, un método eficaz para que los niños aprendan Matemáticas

Cada día, miles de millones de billetes y monedas cambian de manos en todo el mundo. Su función económica es incuestionable y su eficacia en comparación con los pagos no monetarios está demostrada. Por ello, el dinero en efectivo continúa jugando un papel muy importante en la sociedad, sobre todo en el sector minorista, donde todavía tiene un largo camino por recorrer.   Pero el efectivo tiene otros muchos atributos que van más allá de su capacidad económica. Es el caso de su competencia docente, ya que ayuda a los más pequeños, desde sus edades más tempranas de aprendizaje, a resolver sus problemas matemáticos. Tal y como indica el matemático José Ángel Murcia, también redactor en Verne de ‘El País’, “a los profesores de matemáticas se nos acercan a menudo para preguntarnos qué se puede hacer para que un hijo, un sobrino o un alumno se interesen por las matemáticas”. Su respuesta es clara: “Ayúdales a descubrir las matemáticas que hay a su alrededor”.   Y aquí el dinero en efectivo juega un papel crucial. Existen multitud de juegos matemáticos para alumnos de primaria que ayudan al reconocimiento de monedas y billetes y su uso a través del cálculo mental. O incluso para niños más pequeños para que, a través del efectivo, aprendan a contar calculando cuánto vale un refresco, un cromo, juguetes, golosinas…   Guillaume Lepecq, fundador de AGIS Consulting, va más allá poniendo en valor este atributo único del efectivo, asegurando que a pesar de la competencia de los instrumentos de pago alternativos, la demanda de billetes y monedas sigue creciendo a un ritmo continuado en todo el mundo. Y no solo por su evidente valor económico y su facilidad de uso, sino también, como ya hemos visto, por su indudable aportación a la sociedad.