El BCE advierte a Suecia de los peligros de no poder pagar con dinero en efectivo

En el país escandinavo, una de las sociedades más avanzadas en los pagos digitales, son cada vez más las voces que señalan la necesidad de que convivan el pago en efectivo con otras alternativas digitales. Un debate al que se ha sumado el Banco Central Europeo (BCE), al advertir sobre el riesgo que supone no realizar una supervisión adecuada sobre el desarrollo y la implantación de los nuevos métodos de pago. 

Además, como pasa en otras sociedades, son las personas de cierta edad, las menos familiarizadas con la tecnología, las que están teniendo mayores problemas de adaptación, y a las que se pondría en mayor riesgo, si desapareciera por completo el dinero en efectivo. Actividades tan cotidianas como pagar en una tienda, comprar el periódico o tomar un café, pueden convertirse en auténticos inconvenientes para parte de los habitantes de este país.

Un ejemplo son los baños públicos suecos, que exigen pagar a través del móvil para poder hacer uso de los mismos. Un detalle que demuestra, una vez más, la gran brecha generacional que se está abriendo en la sociedad y que excluye a los más mayores, ya que las nuevas tecnologías no están al alcance de todos. Por este motivo, el BCE recomienda a las autoridades suecas hacer un esfuerzo por obligar a los bancos a mantener un porcentaje mínimo de uso de efectivo para evitar esta desigualdad. 

Asimismo, según el último estudio de la compañía Bankomat AB, Son las personas mayores de 65 años las que más apuestan por mantener el dinero en metálico (el 85%), pero un 56% de la población joven (18-29 años), más familiarizada con el pago digital, tampoco quiere que se elimine esta opción (frente al 38% que está a favor de una sociedad sin efectivo).

El caso sueco es paradójico, ya que hace más de 350 años fue en Suecia donde se creó el primer billete moderno.