El efectivo también es sostenible

El efectivo se ha sumado a la lucha contra el cambio climático. Aunque su huella medioambiental es muy pequeña, el objetivo es reducirla aún más. Un análisis del Banco Central de los Países Bajos sobre el ciclo de vida del efectivo en el país determinó que el índice GWP (siglas en inglés de Potencial de Calentamiento Atmosférico) del sistema integral de pago en metálico (producción de monedas y billetes, funcionamiento de los cajeros automáticos y transporte) representaba el 0,0009% del GWP total de todo el país.  

Por eso, y en línea con el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, son muchas las compañías relacionadas con el ciclo del efectivo que trabajan para reducir aún más su huella de carbono y la generación de residuos, en una apuesta por la economía circular.

Existen numerosos ejemplos de compañías que aúnan innovación y sostenibilidad, por ejemplo, en el reciclaje de los billetes. Alargando su vida útil más allá de los pagos, hay compañías que cuentan con plantas de reciclaje del polímero con el que se fabrican algunos billetes. El resultado es un granulado de polipropileno que tiene múltiples utilidades, como la fabricación de muebles de jardín o en su aplicación en materiales de construcción.

En el sector de los cajeros automáticos, la guía “Sustainable Banking: A Guide to Taking Action”, elaborada por la compañía Diebold-Nixdorf, tiene el objetivo de ayudar a las entidades financieras a cumplir con los Principios de Banca Responsable (PBR) del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente. Este documento recomienda cinco planes de acción para reducir la huella medioambiental de las sucursales bancarias y los cajeros automáticos, centradas en la reducción del impacto de su actividad y la optimización de los recursos para que sea más sostenible.

Para finalizar, en el caso del transporte de efectivo nos encontramos con compañías como Prosegur Cash, que cuenta con un completo plan de sostenibilidad que busca reducir aún más el impacto de sus actividades. En él se contempla la reducción del 1,5% en las emisiones directas de CO2 de su flota blindada este 2020. Por ello apuesta por vehículos híbridos y eléctricos.

Como ejemplo por su gran apuesta por la protección del medioambiente, Prosegur Cash ha sido la primera compañía en el mundo en incorporar a su flota un vehículo blindado completamente eléctrico para el transporte de efectivo. Concretamente, en Alemania. Asimismo, en Madrid y Barcelona operarán 12 camiones blindados híbridos, que permitirán una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera cercana al 25%.