La importancia de la prevención ante fuegos eléctricos

Entre las distintas posibilidades de incendio que podemos encontrar en cualquier estructura o instalación, los fuegos eléctricos son de los más complejos. Por el particular origen de estas llamas, muchos de los métodos habituales de extinción pierden su validez y pueden, incluso, llegar a resultar contraproducentes a la hora de luchar contra el problema.

En este sentido, entender cómo se originan los fuegos eléctricos y sus posibles causas directas es fundamental a la hora de evitarlos. Al mismo tiempo, existen medidas de prevención cuyo cumplimiento reduce enormemente la posibilidad de que se genere un incendio de estas características. A continuación, abordamos todas estas cuestiones y explicamos cómo extinguir este tipo de llamas.




¿Qué son los fuegos eléctricos?

Los fuegos elécricos, también llamados fuegos de clase E, son aquellos que se producen como consecuencia de un problema o defecto de funcionamiento en instalaciones de este tipo, independientemente de sus condiciones y envergadura. La peligrosidad en incendios de estas características reside principalmente en su alta velocidad de propagación y en la dificultad a la hora de extinguirlos.

¿Cuál es el origen de un fuego eléctrico?

Más allá de la electricidad, las causas que originan habitualmente un fuego eléctrico son dos: el sobrecalentamiento y la chispa. En el primer caso hablamos de incendios por contacto, donde una superficie excesivamente caliente entra en contacto con materiales de fácil combustión, mientras que la chispa aparece cuando la electricidad no encuentra una vía de conducción y genera las llamas al aterrizar sobre un material inflamable.

Principales factores que propician un fuego eléctrico

Las condiciones anteriores pueden darse a partir de diversos factores, los cuales podemos definir como las razones directas de un fuego eléctrico. Nos referimos a desgastes en las instalaciones, averías, uso de materiales defectuosos, sobrecargas por exceso de energía o demasiado tiempo de exposición a la misma, y un largo etcétera de causas que, en un alto porcentaje de los casos son previsibles y evitables.

Cómo prevenir fuegos eléctricos

Como sucede con cualquier tipo de incendio, la prevención es fundamental cuando hablamos de fuegos eléctricos. No sólo con la intención de evitarlos, sino también para poder actuar con premura y extinguirlos lo antes posible en caso de que aparezcan. Por lo general, todas las técnicas de prevención giran en torno a un correcto estado de las instalaciones eléctricas.

Instalaciones homologadas

Una recomendación básica para la prevención de este tipo de incendios la encontramos en la validez de las instalaciones. Aunque está prohibido comercializar este tipo de materiales cuando no están homologados, es conveniente asegurarse del origen de todos los elementos que componen una instalación eléctrica y evitar los componentes excesivamente económicos.

Mantenimiento adecuado

Tanto los pequeños electrodomésticos, como las grandes instalaciones eléctricas, requieren de un mantenimiento adecuado para funcionar como es debido y reducir los riesgos al mínimo. En este sentido, es importante prestar atención a las recomendaciones de limpieza y adecuación de cualquier aparato eléctrico al que vayamos a dar uso.

Uso correcto de dispositivos eléctricos

Con frecuencia, los fuegos eléctricos se originan como consecuencia de un mal uso de dispositivos eléctricos y electrónicos. En ocasiones tendemos a restar importancia a las instrucciones de uso de estos elementos y, en algunos casos, esto se traduce en sobrecargas, sobrecalentamientos o averías que, a su vez, pueden derivar en la aparición de llamas.

Comprobación habitual de los equipos

Independientemente de la frecuencia de uso de un dispositivo o sistema eléctrico, conviene revisar su estado de forma periódica. Como es lógico, estas revisiones también deben llevarse a cabo siguiendo las instrucciones de uso y evitando la manipulación interna de los equipos. No obstante, cabe prestar atención a cualquier cambio en el funcionamiento o las características de los componentes eléctricos.

Evitación de sobrecargas

Las sobrecargas eléctricas originan gran parte de los fuegos eléctricos que se dan en la actualidad, un problema que aparece fundamentalmente cuando exigimos a una instalación más potencia de la que es capaz de soportar. Para evitarlo, nuevamente es conveniente seguir las recomendaciones del fabricante a la hora de dar uso a cualquier tipo de aparato conectado a la red eléctrica.

Contratación de profesionales cualificados

La manipulación de instalaciones eléctricas, sistemas electrónicos o incluso pequeños dispositivos, debe correr siempre a cargo de profesionales en la materia. A la hora de interactuar con todo tipo de equipos conectados a la corriente es imprescindible tener ciertos conocimientos y experiencia. De hecho, los peligros a este respecto van más allá de las propias llamas, ya que también se corren riesgos de electrocución.

Implantación de detectores de humo

Por último, existen ciertas tecnologías que resultan de gran ayuda en la prevención de todo tipo de incendios, incluidos los fuegos eléctricos. Una de las herramientas más utilizadas con este fin son los detectores de humo, que nos pueden ayudar a identificar las llamas incluso antes de que aparezcan, ya que en muchos casos vienen precedidas por el propio humo.

Cómo extinguir fuegos eléctricos

Pese a la aplicación de todas las recomendaciones de prevención posibles, en ocasiones nos encontramos con situaciones en las que, por accidente o por cualquier error humano o tecnológico, pueden darse fuegos eléctricos. Es en estos casos donde la extinción de las llamas cobra especial relevancia, por lo que debemos saber cómo afrontar los incendios de clase E, que requieren de un tratamiento especial.

Actuación inicial

Salvo en contadas excepciones, en las que las llamas se identifiquen en los primeros instantes tras su generación, el primer paso en situaciones de fuegos eléctricos -y en cualquier otro- debe ser contactar con los bomberos y, en la misma llamada, informar del tipo de incendio. Al mismo tiempo, y siempre que sea posible, es esencial cortar la corriente eléctrica cuanto antes.

Métodos de extinción de fuegos eléctricos

En primer lugar, el uso de mantas ignífugas es uno de los métodos válidos para la extinción de todo tipo de fuegos. Impide la recepción de oxígeno por parte de las llamas, lo que las ahoga evitando su propagación. Por otra parte, en este tipo de incendios de clase E, el bicarbonato de sodio puede convertirse en un gran aliado siempre que el fuego todavía se encuentre en una fase inicial.

Uso de extintores adecuados

Sin embargo, cuando detectamos un fuego eléctrico a tiempo, el extintor es el método más adecuado para abordarlo. Ahora bien, es de vital importancia que empleemos un extintor de clase C o ABC, específicos para este tipo de incendios, ya que un dispositivo que vierta líquidos puede ser contraproducente ante un origen eléctrico de las llamas.

Abandono del lugar

Por último, en caso de que las llamas estén muy extendidas en el momento de la identificación del incendio, la única opción posible es abandonar el lugar y dejar que sean los bomberos quienes se encarguen de su extinción. Esta medida también corresponde cuando los métodos anteriores no resultan útiles y el fuego sigue propagándose a pesar de nuestra actuación.

La importancia de la prevención en los fuegos eléctricos

Como hemos podido ver, la extinción de fuegos eléctricos no resulta sencilla cuando éstos han alcanzado ciertas dimensiones. En cualquier caso, e independientemente del tipo de incendio y su origen, la prevención siempre es la mejor solución posible. Entender las causas que pueden dar lugar a una situación como ésta y limitarla con las instalaciones adecuadas es una responsabilidad ineludible.

Por un lado, la buena salud de las instalaciones eléctricas es un factor imprescindible a la hora de evitar este tipo de incendios. Por otro lado, la instalación de dispositivos para la detección de humos puede resultar determinante para la respuesta temprana ante fuegos eléctricos o cualquier otro tipo de combustión.