Afganistán, al límite por la falta de dinero en efectivo

Otra muestra de que los ciudadanos prefieren tener reservas de efectivo ante emergencias es la que se vive en Afganistán en la actualidad, donde miles de personas se congregan frente a los bancos de Kabul para tratar de retirar de sus cuentas el dinero en metálico que les permita poder realizar sus compras básicas del día a día.

La repentina toma del país propició el cierre de la mayoría de las sucursales, dejando a los ciudadanos con pocas reservas de efectivo en sus casas. Y las que abren lo hacen para permitir un máximo de 200 dólares semanales. Además, los cajeros automáticos permanecen fuera de servicio, por lo que el acceso al dinero en metálico es complicado.

Asimismo, esta escasez de efectivo puede conducir a una tasa de inflación creciente. De hecho, ya se aprecia en una subida de precios de los productos más demandados. Por ejemplo, 21 kilogramos de arroz han pasado a costar 2.500 afganis, en vez de los 1.900 de hace unas semanas. Lo mismo ocurre con la gasolina, cuyo litro ahora cuesta 65 afganis, frente a los 45 de antes de la toma de Kabul.

Una crisis que deja patente la importancia del efectivo para los ciudadanos en situaciones de emergencia y que muchos países tienen en cuenta en sus planes de contingencia para evitar situaciones como la que viven los afganos en la actualidad. Es el caso del gobierno sueco, que reeditó ‘If Crisis or War comes’ para enviarlo a todos los hogares del país. Su objetivo es que todos sus ciudadanos estén preparados y sepan cómo actuar en este tipo de sucesos.

También es el caso de nuestro país, que cuenta con manuales como “España ante las emergencias y catástrofes”, del Ministerio de Defensa, donde se prevé la posibilidad de que la Comisión adopte medidas técnicas de ejecución con la finalidad de garantizar el acceso efectivo.